Poco a poco las civilizaciones han adquirido más conciencia respecto a los derechos humanos, sobre todo los grupos sociales, como las mujeres, que en la historia han sufrido muchas restricciones en sus derechos. De esta manera, el feminismo se ha fortalecido, para contraponerse al machismo, pues se busca una igualdad de derechos. Aun así, el problema de esta igualdad es que se ha querido a toda costa, llegando a extremos y sin tener la conciencia que hombres y mujeres son diferentes física, genética y psicológicamente. Lo que debemos replantear, para exigir los derechos de todos, es que la igualdad es diferente a la equidad. Esta última respeta las diferencias nombradas, pero apunta a unas condiciones dignas para cada uno, es decir, apunta a la justicia y derechos humanos para hombres y mujeres.